EDITORIAL: Rayuela se renueva

"...un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado…"
Julio Cortázar. Rayuela

Tras el largo período en que Marcela Errecondo sostuvo nuestra publicación virtual, una nueva época nos exige una modalidad distinta.
La necesidad de un mayor intercambio entre los grupos de la Diagonal Americana, con los grupos europeos articulados en el Instituto del Niño-Universidad Jacques Lacan y con otras instancias del Campo Freudiano dedicadas a la infancia, hace que hoy contemos con un equipo de redacción más grande.

Esto facilitará una mayor fluidez de la información y de los textos entre todos los participantes de la Nueva Red Cereda.

Rayuela nació con un nombre agalmático.
Dice del juego infantil - que también juegan los adultos aunque no lo sepan - en el que se pone en juego el cuerpo, su movimiento, su equilibrio, su astucia, como así también el espacio, el número, las letras, un trayecto y un punto de llegada.
Sobrevuela también la invención literaria de Julio Cortázar. Cada uno inventa su propia rayuela con las cifras y las letras de su deseo y de su goce. Por otro lado, no hay nada más aburrido que jugar a la rayuela solo. Aunque sea un otro de fantasía debe de comparecer allí.
Y si es de carne y hueso, y si habla, entonces la llegada al "cielo" está asegurada. En definitiva, la dimensión del amor está presente cuando se juega a la rayuela. El amor como puente en el lazo con el otro.

Sabemos que un puente no se sostiene de un solo lado. No solo por lo que dicen los arquitectos, ni tampoco por lo que dice Julio Cortázar. Lo sabemos por nuestra práctica, por la experiencia de la transferencia, en la que nos ubicamos como partenaire del niño.
Rayuela también tiene vocación de puente entre los partenaires de la transferencia de trabajo en la Nueva Red Cereda.

Bienvenidos y buena lectura,

Gustavo Stiglitz.