Lacan en el seminario Aun nos dice: "No sabemos que es estar vivo, a no ser por eso que un cuerpo es algo que se goza. No se goza sino corporeizándolo de manera significante".

No sabemos que es la vida, solo sabemos que sin ella no hay goce. Podemos precisar que el concepto analítico de "la vida" es el goce. Se trata de la vida bajo la forma del cuerpo vivo. El goce es impensable sin el cuerpo vivo. No se trata solamente del cuerpo imaginario, del cuerpo de acuerdo con su forma del estadio del espejo, tampoco del cuerpo simbólico donde se destaca el valor significante, sino del cuerpo vivo afectado por el goce. El cuerpo entonces es sustancia gozante, eso no habla, eso goza fuera de sentido.

Se necesita el discurso analítico para que eso se ponga a hablar, hace falta una operación de pasaje por el Otro, como indica Eric Laurent en la entrevista publicada en la última revista Enigmas del cuerpo [1]. Agrega algo más que me parece una enseñanza valiosa, "hacerlo hablar en el sentido de una palabra creacionista" [2]. Me he preguntado que implica esa palabra creacionista, ya que la creación es ex -nihilo parte de nada, diferente de la invención que se da a partir de materiales ya existentes. En ese párrafo apunta a una nueva perspectiva que pone énfasis en el aspecto de creación de la operación analítica. Lo comparto con ustedes porque puedo vislumbrar en esta perspectiva uno de los nuevos desafíos para el psicoanálisis que particularmente implica para mí la practica con niños.