LA INFANCIA VIOLENTADA
_Graciela Giraldi

El caso del polaquito, bajo el título de una nota periodística televisiva: Infancia quemada [1]; lo asocié al film argentino: Infancia clandestina. [2]

Enlazar el drama del polaquito con el de la ficción, precipitó en mí tres interrogantes: A) ¿Qué lugar le es otorgado al niño por la madre, la familia y la civilización actual? B) ¿El niño, es víctima o responsable de sus actos? C) ¿Qué le pasa al polaquito que no puede parar de quemar su infancia, a diferencia del amor clandestino que el deseante Juancito vive con María?

A- El psicoanálisis constata que, hoy día, el lugar dado al niño en el deseo de la madre, de la flia y la civilización es el de un objeto de satisfacción, y no del Ideal. Se lee en dichos de los padres: “quiero disfrutarlo a mi hijo”. Pero, a veces ocurre, en los mejores hogares, que no hay lugar ni tiempo en los padres para disfrutar jugando con el hijo a la pelota, o para jugar con la niña a las visitas, ni hay lugar para la lectura conjunta de cuentos, etc. Como el adulto tiene que “hacerse al tiempo del y para el niño”, eso muchas veces es vivido como un sacrificio. Y, se espera que la escuela se ocupe de su crianza.

B-¿De qué es responsable el niño? Si bien el niño al nacer es recibido en la cuna del deseo de sus padres, él no sólo deberá interpretar al deseo del Otro: ¿Por qué mi mami me dijo tal cosa, o la señorita me puso tal nota?, etc.; sino elegir qué quiere él. El niño tiene derecho a elegir qué cosa desear. De allí que es responsable de sus actos. Tal elección, que se realiza en la infancia, es inconsciente y forzada. El ser hablante, desde muy temprana edad, se va encontrando a la encrucijada de tener que elegir entre la bolsa o la vida. Si elijo la bolsa, me quedo sin la vida. Y si quiero vivir, es a costa de perder la bolsa. Es decir, que al elegir siempre algo perdemos. Como también el no elegir que da como resultado perderse, literalmente.

C-El polaquito eligió la bolsa. De ello es responsable y no víctima. Victimizarlo no es la solución. Cito sus palabras: “Yo elegí la plata fácil” (hablando cínicamente de sus robos y asesinatos). Su goce adictivo al dinero, a la droga y a las armas van contra su vida, poniéndola en riesgo a cada instante. El polaquito no puede parar en su goce desenfrenado por destruir, matar, robar, drogarse. En esa vía se burló, junto a su pandilla, de los emblemas escolares: defecó en las aulas del Jardín de infantes de su barrio usando la bandera argentina para limpiarse, destruyó y orinó sobre los útiles escolares.

Si nos preguntamos ¿qué busca este niño con sus acciones violentas? Podríamos decir que busca que alguien o algo lo pare, que le pongan un límite real a su agresividad, algo que haga de borde al abismo mortal que lo va chupando y quemando la primavera de su pubertad. Pero también, mediante su conducta delictiva el polaquito denuncia que goza descaradamente y sin vergüenza de romper y apropiarse de lo que tienen los otros, hasta de su vida.

El caso polaquito es paradigma de la violencia por la violencia y de ausencia de pasiones en cuerpos pulsionales de sujetos que, sin ser psicóticos, no fueron afectados por la represión que introduce la metáfora paterna.

Cito a JAM: “Propongo algunos puntos sobre la violencia en el niño:

  1. Primer punto, punto de partida que retomaré eventualmente más adelante, la violencia en los niños no es un síntoma.
  2. Es incluso lo contrario de un síntoma.
  3. No es el resultado de la represión, sino más bien la marca de que la represión no ha operado.
  4. Demos un paso más preguntándonos, la violencia, y especialmente la violencia en el niño, ¿de qué pulsión sería la satisfacción? Adelantaré esta respuesta: la violencia no es un sustituto de la pulsión, es la pulsión. No es el sustituto de una satisfacción pulsional.

La violencia es la satisfacción de la pulsión de muerte. Tengamos en cuenta que el oponente de Eros, en el mito al que Freud se refiere, el opuesto del amor no es el odio, es la muerte, Tánatos. Aquí, debemos diferenciar la violencia y el odio. El odio está del mismo lado que el amor. Tanto el odio como el amor están del lado de Eros. Por esta razón se justifica que Lacan hable de odioamoramiento, palabra que hizo fortuna. El amor y el odio son modos de expresión afectiva de Eros.” [3]

NOTAS

  1. Video youtoube El caso del polaquito 17/7/17.El tono de voz choca de manera irracional y estremecedora con sus palabras. Es un nene de 12 años que decía, como en un juego siniestro, "a un transa que no me quiso regalar una bolsita de droga le di un tiro acá en la boca, que le salió por acá, por atrás". Hablaba "El Polaquito" y señalaba con su mano la nuca. El impactante diálogo del chico fue difundido esta noche en el programa Periodismo Para Todos (PPT) de Jorge Lanata, que emite El Trece, sobre el acusado del robo del jardín de infantes N°14 Villa Caraza. Ahí, en esa una zona de extrema pobreza del partido bonaerense de Lanús, El Polaquito cuenta que robó "porque estaba aburrido" y pronuncia una frase que llena de estupor: "No, no tengo miedo a nada".
  2. Infancia clandestina, película histórica-dramática co-escrita y dirigida por Benjamín Ávila, ganadora del premio Oscar, Goya. La historia, que transcurre durante la última dictadura militar argentina (1976-83), es narrada por Juan, un niño de 12 años que vive en Cuba. Juan está clandestino, y por eso tiene otro nombre al igual que toda su familia: su mamá Charo, su papá Daniel y su adorado Tío Beto. Juan se llama Ernesto. En el barrio y en la escuela lo conocen así. Pero en su casa es simplemente Juan. Estos dos mundos en los que Juan y Ernesto conviven, eventualmente colisionan y se retroalimentan durante el clima de la contraofensiva de Montoneros en 1979, cuando sus padres, ambos pertenecientes a la organización, deciden volver a la Argentina. Al poco tiempo llega un punto en que Juan no podrá sostener más sus dos mundos, y querrá comenzar su propia clandestinidad con su gran amor, María, una niña que conoce en la escuela. (Wikipedia)
  3. Extracto de la conferencia de JAM sobre Niños violentos, IV Jornada del Instituto del niño 18/3/17.